El crecimiento inmobiliario que se ha visto en los últimos años en Perú, impulsó a muchos inversionistas a entrar en este sector haciéndolo muy dinámico, pero aumentando también el riesgo al ampliar la gama de productos inmobiliarios que entraban a competir entre sí.
Consiguientemente es de singular importancia tener un manejo de las variables que determinan la rentabilidad de un proyecto y el nivel de riesgo asociado para determinar la conveniencia de su desarrollo. Este manejo se plasma en una definición preliminar de la arquitectura a partir de una cabida para determinar la potencialidad del terreno, y un estudio de mercado para definir el producto inmobiliario más adecuado para su posicionamiento en el sector poblacional elegido con la finalidad de diferenciarse de la competencia. Todo ello llevará luego al dimensionamiento físico, económico y financiero del proyecto.
Estas consideraciones deben ser tomadas como parte de las consideraciones de diseño, que finalmente se reflejarán en el éxito del proyecto, ya que quedarán claros los estándares y características del edificio para su desarrollo en la etapa de diseño. Pasar por alto la definición del producto puede conllevar a un laberinto de opciones sin saber cuál de ellos puede ser de utilidad, traduciéndose en tiempo adicional en el desarrollo del proyecto y afectando directamente el éxito económico.
Los edificios multifamiliares y corporativos (oficinas y comercio) que diseña Plusvalía han contado con un estudio de factibilidad previo, que nos ha permitido definir el producto inmobiliario y determinar los estándares de diseño, potenciando la calidad arquitectónica que imprimimos a nuestros proyectos.